Semana Santa de Pascua

SEMANA

SANTA DE

PASCUA

CONSIDERACIONES GENERALES PARA LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES EN LA SEMANA SANTA:


En nuestros ejercicios espirituales de Semana Santa vivimos la parte final de las “Estaciones de la Cruz” (hasta el Domingo de Resurrección) en MAITINES. De esta forma somos invitados a la imitación de Jesús para poder seguirle. Lo miramos a ÉL cada mañana para saber cómo debemos ser nosotros.

Pero no solo eso. Como en la Cuaresma, nuestro foco de atención también está puesto en admirar a Jesús, nos entregarnos para ser conquistados por su amor inigualable, incomprensible, sin medida, fuera de toda lógica.

Agustín de Hipona escribió: “Señor y Dios mío, todo lo que veo sobre la tierra y por encima de ella, todo me habla y me exhorta a amarte, porque todo me dice que ha sido creado por el amor que me tienes”.


Si todo lo que vemos en la creación debería llenarnos de amor y admiración por nuestro Dios, ¿cuanto más el acto directo de amor supremo cuando se dio a nosotros enteramente en la Semana Santa?

Por esto el apóstol Pablo escribió: “el amor de Cristo nos impulsa” (2 Corintios 5:14 - RV2015). 

ÉL se da todo entero por mí, esto gana mis pensamientos, y hace que me llene de deseo de entregarme todo entero por ÉL. Quien se fue a prepararme lugar, dice en la Semana Santa, que volverá por mí (Juan 14:1,2). Yo le anhelo, le sueño y a la vez estoy despierto y velando por ÉL (Romanos 13:11). Le espero, le sirvo, le extraño y a la vez lo disfruto. Muero porque no muero, mientras mi vivir es ÉL y amo a los que ÉL ama. Jesús se hizo una realidad. Mi realidad. Hoy. Y hasta la eternidad.

Este mundo ve en la cruz solo dolor. 

 

NOSOTROS AL CONTEMPLARLA DECIMOS PERPLEJOS: "¡OH AMOR!, ¡OH AMOR!, ¡OH AMOR!".


Nuestro Señor mismo dijo: “el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él” (Juan 14:21).

Para esto, ¡necesitamos arder en el fuego sagrado de su divino amor! 

En estos días vamos a experimentar su amor por nosotros, para que nuestra vida se encienda en amor a ÉL.

El desafío es vivir el quebranto de las “Estaciones de la Cruz” durante el gozo de la contemplación. En la unión de estos dos ejercicios aprendemos lo que Charles Simeon explicó como “los dos polos de una esfera de profunda experiencia”.

Juan 14:21

“El que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él” 

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